La eyaculación precoz se definió en 2008 por la Sociedad
Internacional de Medicina Sexual por la combinación de tres criterios: tiempo
entre la intromisión del pene y la eyaculación menos de un minuto, la
incapacidad para retrasar la eyaculación, el sentimiento de insatisfacción o
frustración de uno de los dos amantes.
La eyaculación precoz es descrita como principal si está así
en la primera relación y secundaria si se produce después de un período de rendimiento
sexual satisfactorio. Puede ser transitoria, intermitente, constante en el
tiempo, e involucrar a todos las parejas o sólo unas pocas.
La eyaculación precoz puede ocurrir en diferentes momentos
durante la actividad sexual. Dependiendo del individuo, puede ocurrir cuando la
pareja está desnuda durante los juegos previos, en la intromisión del pene en
la vagina después de unos movimientos pélvicos, o bien poco después del
comienzo de la penetración. En este último caso, esto puede variar de quince
segundos a dos minutos.
La eyaculación precoz no es una enfermedad en el sentido
biológico: para un animal macho es natural eyacular tan pronto como sea posible
con el fin de aumentar las posibilidades de perpetuar sus genes, ya que en la
naturaleza no hay garantía y se puede interrumpir el coito. El principio de la
eyaculación controlada para satisfacer la pareja es un problema social, no un
imperativo biológico. Para más información sobre como prolongar la eyaculación viste www.guia-eyaculacion-precoz.com prolongar la eyaculación en él encontrará algunos consejos muy efectivos.
La eyaculación precoz puede o no estar asociada con otros
problemas sexuales como la impotencia o la dispareunia. Es la preocupación
sexual masculina más común. El 75% de los hombres encuestados por el Informe
Kinsey (1948) dicen han eyaculado dentro de los dos minutos de la penetración
en más de la mitad de sus relaciones sexuales.
Alrededor de un tercio de los hombres, en una consulta de sexología,
se quejan de esta dificultad que motiva el 20% de las solicitudes relativas a
la sexualidad en la práctica general.
Para uno de cada tres hombres que sufren de eyaculación precoz, esta condición es una fuente de ira, vergüenza y depresión. La mitad de
los hombres con eyaculación precoz admiten culpabilidad y sensación de fracaso.
En estas situaciones, se invita a las parejas a animar a sus
compañeros para evitar caer en el círculo de culpa y vergüenza, ya que tienden
a encerrar al hombre en este su problema y le hace cuestionar su virilidad.
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